Ya queda menos. Hemos pasado el ecuador del embarazo hace tiempo y creo que es hora de recapitular un poco de como va la cosa. Durante estas 23 semanas de embarazo que llevamos a nuestras espaladas hemos podido notar varios cambios.
Durante este tiempo hemos visto crecer la barriguita de la mamá y hasta el tercer mes hemos padecido las famosas náuseas. También hemos notado los cambios en la piel, esas pequeñas erupciones intermitentes acompañadas por picores, que ya os comente en otra entrada y que afortunadamente parecen haber desaparecido. Y por supuesto la mamá ha sufrido, sobre todo a partir de la semana 20, de fuerte dolores en el bajo vientre de forma discontinua.
Pero también durante este tiempo hemos aprendido. Hemos aprendido que los paseos son sagrados, que hay que comer poco y más a menudo, que las comidas pesadas hay que evitar las, a beber agua, también hemos aprendido de cremas de hidratación y anti-estrias, que las cenas y comidas tienen su horario para tener su sobremesa y evitar sueños y siestas que de otro modo dan más dolores de cabeza que beneficios, y sobre todo hemos aprendido a descansar, respetar el sueño y el reposo con pies en alto.
Claro que seguramente pensaréis que el padre poco ha aprendido y ha hecho, pero aunque parezca así sí que ha aprendido, os lo aseguró. He aprendido a tener más paciencia, a aguantar los cambios de humor de la futura mamá, a ser un poco pepito grillo y no el poli malo, también he mejorado con mis dotes de masajista y he sacado un máster a la hora de dar cremas, también he mejorado a la hora de dar ánimos y sobre todo lo increíble y maravilloso que es el cuerpo humano, anatomía ya la supero sin problemas fijo.
En fin que no paramos de evolucionar. Ya nos queda menos.
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